Ojalá pudiésemos meter el espíritu de la Navidad en tarros y abrir uno cada mes del año.
Harlan Miller
Por: Mara Nieto
La Navidad es una de mis épocas favoritas por varias razones. Primero, porque es la época en la que recordamos el nacimiento de nuestro Salvador, Jesucristo el Mesías; segundo, porque puedo tocar villancicos y música navideña; tercero, porque regularmente en estas fechas visito a mi amada familia que se encuentra en Orizaba, Pueblo Mágico.
Les voy a contar un poco de ese hermoso lugar.
Yo conocí Orizaba desde que tenía 6 meses de edad. Incluso, a veces me llego a sentir una verdadera orizabeña a pesar de haber nacido en la CDMX, debido a que en diversas ocasiones he adoptado ciertas tradiciones de este Pueblo Mágico…
Una de las tradiciones que adopté fue la de “la rama” . Cuando era niña solía salir a cantar al lado de mis primos…
Si no sabes lo que es “la rama”, te explico rápidamente… Los niños de Veracruz adornan una rama de un árbol con motivos navideños y salen a las calles a cantar las siguientes líneas: “Ya llegó la rama, quítense el sombrero, porque en esta casa vive un caballero”. Al finalizar la canción, piden su merecido aguinaldo y así obtienen dulces o dinero para fin de año.
Otra de las cosas que hice durante varios años fue tocar el violín en el famoso “Parque Castillo”. En la víspera de Navidad de los años 2003, 2004, 2005 y 2006 me paré en una esquina del parque e interpreté hermosos villancicos, tales como “Noche de paz”, “Rodolfo el reno”, “Ángeles cantando están” y “Venid fieles todos”.
Era tan emocionante elevar el espíritu navideño de los habitantes de la región. Recuerdo que los que pasaban por el parque en realidad lo disfrutaban: cantaban, bailaban, sonreían, aplaudían…
Lamentablemente, en el año 2007 ya no me permitieron tocar en dicho recinto.
Me quedo con el grato recuerdo de haber sido partícipe de lindas navidades como “violinista de parque”, de haber disfrutado de la magia que ofrece mi Pueblo Mágico favorito.
¡Justo ahora estoy sonriendo, solo de recordar esos momentos!
En realidad espero que algún día pueda volver a tocar en ese parque. Me traería grandes recuerdos y ¡Lo disfrutaría como no tienen idea!